Pero, en términos de la manufactura como motor del desarrollo, en donde estamos, que hemos hecho… ¿cuál es el plan?
Bueno, la manufactura, en términos llanos, es la transformación de materia prima en productos de uso concreto; casi todo lo que utilizamos y/o consumimos viene de un proceso de manufactura, desde alimentos elaborados, ropa y calzado hasta automóviles y maquinaria.
En términos generales la manufactura es el puente de enlace entre las actividades primarias (que ubican, cuidan y extraen la materia prima) y las terciarias (que comercializan los productos manufacturados, así como materia prima y servicios).
La manufactura añade valor a la materia prima, emplea mano de obra especializada, equipo y herramientas para transformarla; esta impacta al general de las actividades humanas.
En la actualidad la Industria de manufactura es la actividad individual dentro del sector económico que aporta más al PIB de México, y en general de cualquier nación; en 2016 aportó aproximadamente el 17% del total del PIB nacional, seguido por el Comercio al por mayor y al por menor y los servicios Inmobiliarios y de alquiler bienes muebles e intangibles (aprox. 16% y 12% respectivamente – ver gráfica 1), estas dos últimas del sector terciario (no productivas). Así mismo la manufactura es de las actividades que generan más empleo y mayor valor agregado (3er y 1er lugar respectivamente – ver tabla 1)
Actividad Manufacturera como generador de empleos y valor agregado
Y esto ¿de dónde viene?… Es sentir general que al través de los años la política económica y de desarrollo en México ha funcionado a golpes de timón o “bandazos”, podría ser que sin una idea clara de donde se está y hacia donde se quiere ir (objetivos claros y medibles), parecería indicar que ésta política se ha dirigido con una falta generalizada de planeación a largo plazo y/o su continuidad y en algunos casos siguiendo intereses de particulares. Veamos que nos dicen los datos…
La siguiente gráfica (Gráfica 2) resulta interesante desde la perspectiva de los cambios que ha sufrido la economía nacional, que en 1921 estaba apuntalada básicamente por las actividades primarias (aproximadamente 21% del PIB) y que a partir de 1930 éstas actividades empiezan a perder fortaleza y, literalmente, ceder campo a las actividades secundarias, que para el 2007 ya formaban aproximadamente el 32% del PIB, retrocediendo las primarias al 4% aprox. En esta misma gráfica integré información de la balanza comercial petrolera (Exportaciones menos Importaciones petroleras) y el monto de la Inversión Directa Extranjera, por lo que se puede apreciar cómo éstas dos han ido en ascenso desde 1951 (no pude encontrar información anterior a 1940) lo que indica la influencia que de estos rubros en el desarrollo de la industria nacional.
De alguna manera los cambios en las actividades primarias y secundarias denotan una evolución lógica en las herramientas que hemos tenido a nuestro alcance para sustentar el desarrollo nacional, algunas de estas podrían ser: mayor capacidad tecnológica, mejor capacitación, desarrollo apoyado en actividades de mayor valor agregado, etc…; ahora, me gustaría que nos acercamos un poco a los hechos históricos y los analizáramos desde el punto de vista manufacturero / industrial, probablemente podremos deducir si estos cambios fueron respuesta a un plan premeditado o fueron basados en…. algo distinto!.
Participación al PIB por sector (%), IDE y Balanza petrolera (Millones USD)
Para finales de los 20’s aún se vivía la reconstrucción post-revolucionaria, “a pesar de los acontecimientos políticos entre 1920 a 1930 (la caída del gobierno de Carranza en 1920, la revuelta de la huertista en 1923, los conflictos entre la iglesia y el estado entre 1926-1928, la revolución de los cristeros entre 1927-1929 y la depresión mundial de 1929 a 1931) el producto interno bruto se elevó en más de 20 por ciento de manera que, para 1925, el producto de todos los sectores, excepto la agricultura, habían alcanzado niveles similares de antes a los de la revolución”(1).
Para la segunda mitad de los 30´s la economía se empieza a trasladar a las urbes al darse mayor apoyo a las actividades secundarias, sin dejar de lado el campo, el gobierno cardenista realiza varias obras de infraestructura (la política económica tuvo un buen giro al modificar el gasto público reduciendo el gasto administrativo y aumentando el gasto en desarrollo económico y social) así como apoyos al campo con programas masivos de distribución de tierras.
“En 1940 los objetivos más importantes de la política económica se dirigían a la construcción de infraestructura física en carreteras, ferrocarriles, telecomunicaciones, etc., y a la producción de electricidad, hidrocarburos y obras hidráulicas para asegurar al sector privado un suministro de insumos baratos”(1).
En los años 50 el programa de sustitución de importaciones se crea como una política proteccionista para revertir la crisis de la balanza de pagos; Esto generó crecimiento en la industria nacional pero con el tiempo mostró ser ineficiente; generó incremento a los precios de los productos nacionales y los industriales mantuvieron para ellos grandes tasas de ganancia y bajos niveles de competitividad, esto debilitó a la empresa nacional frente a la empresa extranjera (está última aún con menor presencia en el país) y las volvió incapaces de competir al exterior y por supuesto de exportar, por lo que el crecimiento se limitaba al mercado interno. Cabe mencionar que la importación de bienes de capital se mantuvo sin mayor cambio (entre 1950 y 1960 solo se redujo en aproximadamente un 10%), es decir, la industria nacional utilizó bienes de consumo extranjero para producir.
Durante los años 60 la inversión extranjera empezó a incrementarse, entre finales de los 50 a mediados de los 60 esta se duplicó, siendo aún baja en comparación con lo que hoy tenemos, esté crecimiento se da a través de una política de impulso a la industrialización (90% de la IDE está en la industria y el comercio, a diferencia principios de siglo que la mayoría estaba en minería y transporte), acompañada de un decrecimiento en las actividades agrícolas (ver gráfica 2). En este periodo la distribución de la riqueza, así como la migración del campo a las ciudades se agravan (afectando también el balance ingreso rural / ingreso urbano).
En los 70s Echeverría impulsó el crecimiento económico a través de usar el gasto público como principal medio de mejora en el nivel de vida, creando con esto déficit público y aumento de la deuda, también durante este periodo y como consecuencia de la desconfianza y aumento en el déficit se dio una gran fuga de capitales agravando la situación económica del país, se utilizaron desmedidamente las reservas de moneda extranjera e inició lo que se conoce como tipo de cambio flotante libre (regido por la oferta y la demanda), el peso se devaluó aproximadamente 40% y el gobierno pidió prestado al FMI.
Durante el gobierno de López Portillo se descubrieron nuevas reservas petroleras, éste quiso usar el petróleo como impulsor de la economía, creyendo que los precios del hidrocarburo se mantendrían, contrató deuda externa y aumentó el gasto público incrementado así el déficit que después, por la fluctuación en los precios del petróleo, se hizo muy difícil enfrentar y fue incrementando sin control. Aun así López Portillo decía que debíamos “aprender a administrar la abundancia!”.
Aunado a esto, durante estos años se devaluó fuertemente el peso, la inflación creció sin control, muchas empresas privadas quebraron ya que tenían deuda contraída en dólares, la banca fue expropiada y las reservas seguían bajando.
En 1982 Miguel de la Madrid tomó posesión, durante estos años los precios del petróleo seguían disminuyendo, los acreedores de la deuda externa exigían pagos, la inflación alcanzó nuevamente niveles cercanos al 100% y con todo esto….para 1985 México ingresó al Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT por sus siglas en inglés), abriendo la economía a la competencia internacional; la industria nacional se encontraba probablemente en su peor momento, las compañías que no habían quebrado enfrentaban grandes deudas en dólares, muy baja eficiencia, pretensión de ganancias altas, niveles salariales bajos y todo esto dado bajo un esquema proteccionista que se acababa de rajatabla sin siquiera dar oportunidad y/o proporcionar soporte para el desarrollo de la eficiencia y la competitividad. Con una industria nacional débil e ineficiente los problemas continuaron y México fue un campo ideal para compañías extranjeras.
Como se ve en el cuadro 1, durante este sexenio las horas necesarias para adquirir una canasta básica empezaban a aumentar; durante este sexenio el neoliberalismo hace sus “pininos” en México.
Histórico horas promedio de trabajo para adquirir una canasta básica
Presidente | Sexenio | Ingreso per capita (miles de pesos de 1993) | Horas promedio de trabajo necesarias para adquirir una canasta básica |
M. Ávila Camacho | 40-46 | 21 | 13 |
M. Aleman Valdés | 46-52 | 25 | 15 |
A. Ruiz Cortines | 52-58 | 29 | 12 |
A. López mateos | 58-64 | 35 | 8 |
G. Díaz Ordaz | 64-70 | 43 | 6 |
L. Echeverria | 70-76 | 54 | 5 |
J. López Portillo | 76-82 | 64 | 5 |
M. de la Madrid | 82-88 | 64 | 9 |
C. Salinas de G. | 88-94 | 67 | 16 |
E. Zedillo | 94-00 | 69 | 25 |
Fuente: México, Crecimiento con desigualdad y pobreza, Manuel Gollás El Colegio de México, Febrero, 2003. Calculado con datos del banco de México, SECOFI y otras publicaciones. |
En años pasados y como parte de ese apoyo indiscriminado a los industriales nacionales, el gobierno había usado el gasto público para invertir en compañías que tenían problemas, bueno, pues durante este periodo y con los problemas como estaban el gobierno también empezó a disminuir su participación en las empresas en las que había invertido en los sexenios pasados, lo que puso aún más presión a la ya débil industria nacional.
Con la entrada definitiva al TLCAN en los 90´s en el sexenio de Salinas de G., México abrió sus fronteras, algo que debíamos hacer sin duda, pero todo esto se hizo sin preparar a nuestra industria para enfrentar esta nueva situación. Es innegable que este espaldarazo a la industria nacional y el fuerte aumento de la inversión directa extranjera (IDE) ayudaron a captar divisas y hacer frente a la deuda externa… con consecuencias que aún hoy estamos pagando con una economía dependiente fuertemente de Estados Unidos y una industria débil e ineficiente (principalmente pequeña y mediana que son la que proporcionan el fuerte de empleo).
Bueno, pues hasta aquí dejamos este tema, no sin las ganas de retomarlo en alguna otra oportunidad. ¿Cuáles fueron los impactos a la industria nacional a partir de los 90´s?
Fuente:
- Evolución y estructura del PIB 1921 – 2010. Graciela Marquez. El Colegio de México
- Súper tabla www.mexicomaxico.org. Ing. M. Aguirre
- Censos económicos 2014, Datos relevantes de los resultados definitivos (Pg. 11) INEGI, 06/2015
- (1) México, crecimiento con desigualdad y pobreza, Manuel Gollás El Colegio de México, 02/2003