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La competitividad depende de varios factores que involucran al gobierno y a la empresa (https://www.manufacturando.mx/sinergia-gobierno-empresa-y-las-metodologias-sistematicas),  es claro que en México necesitamos mejorarla de manera urgente y muchas son las acciones que el gobierno o la empresa pueden tomar para enfrentarse al mercado global sin morir en el intento, por ahora quisiera abordar la competitividad desde el punto de vista empresarial.

La competitividad empresarial está basada en qué tan preparados estamos (empresa y trabajadores) para proveer productos o servicios que puedan generar más satisfacción a nuestros clientes, este proceso no es fortuito, está basado en el compromiso y disciplina en la empresa.

Cuando un empresario invierte en formación bruta de capital fijo tiene por objetivo básico y por sentido común impulsar la rentabilidad de esos activos; asegurar esta rentabilidad no es tarea fácil, pero, para empezar, habría que concentrase en formar una empresa altamente competitiva y como comentamos anteriormente esto se logra por medio del compromiso y la disciplina, pero agrego un tercer concepto sin el cual no llegaríamos muy lejos: la estructura.

Toda empresa está cimentada en su capital humano, el costo, la eficiencia y la seguridad en sus operaciones y finalmente, que por supuesto no al último, por la calidad y entrega de sus productos. Todos estos componentes, que forman la estructura de la empresa, se deben de abordar de manera holística para obtener una empresa altamente competitiva.

El tener una operación estructurada y disciplinada dará a la empresa resiliencia y agilidad para adaptarse a los cambios y afrontar la competencia externa a nivel mundial, el compromiso es el punto de partida para lograrlo.

En el Global Competence Index 2018 GCI 4.0, los factores en los que México salió peor calificado y que competen al empresariado nacional son:

  • Innovación (desarrollo de clusters industriales, desarrollo de ideas dentro de las empresas)
  • Adopción de tecnologías de información y comunicaciones.
  • Preparación de habilidades (facilidad para encontrar trabajadores con habilidades, entrenamiento, habilidades digitales, escolaridad)
  • Mercado laborar (desempleo y oportunidades, movilidad laboral, derechos laborales)

Ya teniendo una idea de hacia dónde trabajar como empresarios para mejorar la competitividad debemos empezar a planear e implementar.

Uno de los caminos más factibles para mejorar estos factores y que ha funcionado en muchos países es trabajar en la estructura operativa a través de los clusters industriales, éstos, siendo un modelo de desarrollo regional caracterizado por consolidar las fortalezas de los sectores industriales permite acelerar lo que bajo otras circunstancias podría tomar décadas.

Podríamos afirmar que con el desarrollo de la estructura operacional, por medio de metodologías de optimizacióny de compartir mejores prácticas entre los integrantes del cluster, se puede lograr la reducción de costos, el desarrollo acelerado y la mejora sustancial de la eficiencia y efectividad de las operaciones en la industria nacional.

Los clusters, también como agrupación de empresas hacia la especialización regional, funcionan como una herramienta de mejora continua, alentando la comunicación y dirigiendo los esfuerzos a atacar los desperdicios basados en métricos claros y prioridades.

Todo esto conlleva la importancia de que los clusters funjan como órgano siempre atento al desarrollo de estas metodologías con una visión a las condiciones particulares de la cultura mexicana (al final de este texto incluyo bibliografía que trata sobre casos de éxito en otros países). Sistemas de producción como el de Toyota, famoso por su efectividad, no solo deben su éxito al programa de mejora continua tan bien estructurado, se debe mucho también a la cultura organizacional comprometida y a la disciplina en la ejecución, alineadas todas éstas con la cultura local.

Dicho esto, nótese el alto nivel de influencia que los clusters tienen en la solución de estos factores, ahondo enseguida.

Para atacar los factores que influyen en la competitividad, la operación de toda empresa se debe de ver como un todo, abordarla de manera holística y trabajar en cada área atendiendo a sus conexiones con las otras usando la estructura de costos como la brújula para la optimización, creando las condiciones para la adopción de tecnologías como la 4ta revolución industrial, la mejora continua es una variable indispensable para la competitividad.

La competitividad vendrá tras un gran compromiso de la alta gerencia que trasmine a toda la organización, un programa de mejora continua multifuncional muy bien estructurado y mucha disciplina.

 

Bibliografía, casos de éxito en la aplicación de agrupaciones tipo clusters industriales:

– Sistemi locali del Lavoro in Italia: Aspetti teorici ed empirici, Coppola, Gianluigi and Mazzotta, Fernanda. University of Salerno.

– Los clusters industriales en México: especializaciones regionales y la política industrial, Unger Kurt

– White paper on SMEs in Taiwan, Ministry of economic affairs, Taiwan

– The Italian SME experience and possible lessons for emerging countries, Patrizio Bianchi, Lee M. Miller, Silvano Bertini

– Best Policy Practices in Small and Medium Sized Enterprise Innovation and Technology Transfers for ASEAN and East Asia, Patarapong Intarakumnerd. National Graduate Institute for Policy Studies (GRIPS)