Lo que no se define no se puede medir, lo que no se mide no se puede controlar y lo que no se puede controlar es imposible mejorar.
Si estás en una planta de manufactura es muy probable que tengas claro qué es lo que se fabrica, pero lo que es muy probable también es que entiendas la dificultad de mantener los parámetros de manufactura en control.
La base de toda metodología sistemática de mejora continua y de reingeniería en la manufactura es la medición, por medio de la medición tendrás los cimientos contra los cuales comparar, evaluar resultados, determinar beneficios, establecer objetivos y muy importante, tendrás los datos para la toma de decisiones efectivas, eficientes e inmediatas.
¿Se logró el objetivo?, ¿qué tan lejos estamos de alcanzarlo?, ¿qué acciones debemos de tomar para seguir acercándonos?, son toda preguntas que no tendrían respuesta en el caso de no medir.
Es frecuente que en los ambientes actuales de manufactura se considera un lujo medir y no tenemos conciencia de que las mediciones están ahí, las tenemos prácticamente a la mano, si le invertimos un poco en sacarlas a la superficie veremos muy rápidamente sus beneficios. Conocer los detalles del origen de los problemas de manufactura tales como donde se generan, con qué frecuencia, su localización, características particulares, entre otras, nos abre un mundo de posibilidades
Siempre hay que medir de manera inteligente, ¡el medir sin medida no es redituable!, necesitamos tener perfectamente definido el que queremos obtener para invertir de manera efectiva en la medición.
Quieres tener una operación de manufactura redituable?, es el momento de implementar un sistema de manufactura inteligente (como WCM, lean six sigma, TPM, entre otros ) pero sobre todo enfócate en tener sistemas de data collection robustos y sistemas de data science confiables, con estos tres elementos te aseguro que podrás tomar decisiones muy inteligentes y verás ahorros substanciales.
